La rehabilitación energética consiste en realizar una serie de obras para incrementar la eficiencia energética de un inmueble, es decir, de optimizar la energía que se consume, reduciendo las emisiones de CO2 contaminante y el importe de la factura de la luz,
En España, un 60% de las viviendas actuales fueron construidas en los años 80, por lo que los aislamientos son deficientes y la eficiencia energética es pobre. Ante esta situación, se ha convertido en una prioridad para los profesionales de la arquitectura su rehabilitación, a causa de la creciente preocupación por el medioambiente y los objetivos europeos establecidos para la reducción de emisiones contaminantes.
Asimismo, los inmuebles eficientes aumentan su valor y su atractivo en el mercado inmobiliario, esto se debe a que, desde 2013 es obligatorio proporcionar el Certificado de Eficiencia Energética a los arrendatarios o futuros compradores de un inmueble.
Certificado de Eficiencia Energética
El certificado de eficiencia energética es un documento requerido por el Ministerio para todas las viviendas que vayan a ser compradas o alquiladas, cuya finalidad es informar sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 del inmueble y tiene una validez de 10 años.
El cálculo de la eficiencia del inmueble debe de ser realizado por un profesional autorizado, teniendo en cuenta la situación del edificio, sus instalaciones eléctricas, sus condiciones de ocupación y su envolvente térmica.
Una vez registrado dicho certificado en el órgano competente de la comunidad autónoma, se obtiene la etiqueta energética, que es un resumen visual dónde aparecen los datos del edificio, la escala de calificación energética, su registro y validez.
Que partes del inmueble se pueden rehabilitar energéticamente
La rehabilitación de un inmueble se realiza de forma progresiva y en unos puntos en concreto, en primer lugar, se incorporan materiales aislantes en paredes, suelo y techo para reducir la pérdida de energía calorífica y frío, solucionando a su vez posibles problemas de humedades y ruidos.
A continuación, se renuevan las ventanas por unas con cristal doble o triple, que mejoran el aislamiento térmico, además se pueden implantar persianas o toldos para aumentar el ahorro energético.
Por último, se renuevan los sistemas de climatización por unos más eficientes y la iluminación por luces LED, disminuyendo el consumo de luz y las emisiones de CO2.
Para aumentar la eficiencia energética de un inmueble también podemos optar por la energía verde o renovable, que se obtiene a partir de recursos inagotables que nos proporciona la naturaleza. Existen diferentes tipos de mecanismos para la obtención de estos recursos, como la energía eólica, la energía fotovoltaica, la energía hidráulica y la biomasa.
El uso de estas tarifas de energías renovables nos trae múltiples beneficios tanto a nivel económico para el consumidor como a nivel sostenible, al reducir las emisiones de CO2 contaminante en el medio ambiente.
Cada vez son más las comercializadoras que brindan este tipo de tarifas a sus consumidores, no sólo son las más grandes las que dan base a estos proyectos si no que también podemos encontrar cooperativas de consumo y pequeñas empresas, dónde el usuario no solo es consumidor si no también copropietario.
Asimismo, contratar estas tarifas no supone ningún tipo de coste adicional en concepto de instalación, simplemente nos tendremos que dirigir a la empresa escogida, es importante realizar una comparativa del mercado para localizar la oferta más beneficiosa, y el cambio de tarifa se realizará en un plazo de 15 a 20 días.